lunes, 13 de noviembre de 2017

Eso que arde a lo lejos es mi vestido de novia...

Eso que arde a lo lejos es mi vestido de novia...
Foto Katlyn McKee en Rebel Circus
... Es el punto de inicio de todo lo que se acabó, es una montaña de crinolinas, raso, seda y cristales que distraían mi atención de lo que desde hace tiempo venía mal, muy mal...
... Es el disfraz de la foto de la entrada de una casa que nunca se pudo llamar hogar en la que fui dejando lo que quería por lo que nos convenía como pareja o bien lo que fuera que trajera un poco de paz e hiciera que dejásemos de pelear...
... Es el tú y el yo en todas las discusiones donde parecía que competíamos por cual de los dos había sido más patán, es el encaje que envolvió el sexo por compromiso y los orgasmos fingidos y mi necedad de hacer funcionar algo yo solita porque ¿Qué iban a decir todos? ¿Qué no era yo esa chingonería que se comía al mundo sin subir un solo gramo y se encendía victoriosa un cigarrillo? ¿No era yo lo maximo? ¿Cómo carajos iba a echarme para atrás?...
... Pero ahí entre las llamas de los restos inrresucitables de un matrimonio que nunca debió darse en primer lugar, en alguna parte del camino se quedó o se había quedado la vieja yo y en el espejo está mujer llena de excusas y pretextos estúpidos que sale en las fotos de la boda con sonrisa de que le están metiendo por la fuerza un gordo supositorio...
... Eso que arde a lo lejos es mi vestido del fraude y autosabotaje más costoso que cometí contra mi misma, en el que el propio cura me levantó la ceja y estuvo a punto de preguntarme ¿Estás segura? Pero lamentablemente los dos fuimos fanáticos del protocolo social y así el tiempo que duró esa unión desafortunada me he visto yo una bravucona que no al no saber lidiar con los puntos finales, dejando en suspenso lo que quiere y no quiere de la vida, me vi haciéndome y haciendo tanto daño que ya no me reconocía, me había dejado seducir por el cliché de que una boda con su enorme oropel todo cambiaría y cuando llegó el momento de pasar al "cuando tengamos un hijo todo será distinto" se me han soltado las alarmas, me he puesto a gritar como una loca no te quiero, me he deschavetado y sacado la botella de vodka para darme el valor de sentarme un poco adormecidas las emociones y el reglamento autoimpuesto de la buena esposa, de la perfecta esposa: no te quiero y no me quieres, pero somos unos cobardes que no queremos confrontar a todos los afectados de nuestro final inevitable, queríamos ahorrarnos el repartir amigos y relaciones, quiso culparme y yo a él, nos aventamos el rollito de ir a terapia, de ir con un cura, si algún brujo reparase matrimonios te aseguro que habríamos ido también...
... Adoptamos una planta y se murió, adoptamos un perro y se escapó y nos encontramos en la misma aplicación de citas buscando algo parecido al amor...
... Entonces le di un corazón a su perfil virtual de citas y en el bar donde esperaba a media foto mía donde se me veía el escote tentador, le he llegado más tranquila que nunca con una plática pendiente de mi último caótico show, no nos queremos le dije, y asintió entendiendo que seguir juntos no tenía mucho sentido...
...Claro que me iba a patear el alma verlo con otra tan pronto pero cada quien se consuela a su modo y necesidad, si alguien le besa las heridas, pues qué esperaba yo, yo estaba enojada y lo estoy por haberme dejado envolver por esa emoción de todos casándose y presionándome a hacerlo con quien tenía junto, mira que fueron muchos años de que fuera el de junto pero eso no significaba nada...
... Eso que arde a los lejos es mi vestido de novia, el traje de teatro más caro y doloroso que me ha tocado usar, el más pesado, no sabes como me costaba en él respirar...

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