Llueve...
... Y en mi tacto el frío de un vaso de whisky y el silencio, el
cigarro que se consume hasta quedar en las cenizas de su estructura y te
extraño.
Te extraño de un modo enfermizo que me hace salivar y
humedecerme tan sólo con pensar en tu recuerdo, parezco un perro de
Pablov... Llueve y me excito pues la lluvia despierta con petricor
caminos al pasado, se abren heridas viejas puertas...
Vibra el teléfono... Tú también recuerdas nuestras tardes en un auto
viejo a medio camino hacia la nada... Hacer el amor incómoda y
apresuradamente...
Llueve y me embriago de tu recuerdo me despojo
de mi piel que me quema pues surgen como estigmas las huellas de tu
tacto... Nada me da paz cuando llueve... Sólo me alivia sentir las
gotas haciéndose pedazos contra mi pecho en carne viva... Es casi como
lapidar nuestros recuerdos...
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