sábado, 25 de octubre de 2014


La obesidad infantil empieza en casa…

Todos tenemos prisa y todos tenemos muchas cosas en que pensar y por hacer, todos estamos cansados, pero creo también nuestros padres lo estaban, ¿Es acaso eso pretexto para pasar por el mac madres y pedir unos mac nuggets y dárselos a tus hijos? Un niño aprende a elegir en casa y si te da hueva cocinar, te da hueva salir al parque a jugar, te da hueva regañar, dejame decirte que no estás criando a tus hijos ya que solo estás compartiendo espacio con ellos, me asombra ver a padres que les preguntan a sus hijos de 4 o 6 años “¿Qué quieres de cenar?” cuando a mi padre le hacían esa pregunta siempre contestaba “PAVO”; en burla, los niños e incluso los adolescentes no razonan aun del todo son 95% conductuales, respeto que quieran enseñarles a elegir pero hay que ponerles límites, opciones sanas, el niño entiende que puede pedir lo que ÉL quiera, helado, chocolate, pizza, la pregunta debería ser “¿Qué quieres cenar una quesadilla o una taza de cereal?”, es decir le das un rango de libertad y no una libertad absoluta. Porque al final del día ¡El adulto eres tú! Si vas a dejar que tus hijos hagan lo que quieran y no lo que deban, prepárate para que te digan cosas como “no me quiero levantar” “no quiero estudiar” “no quiero ayudar”… Para que te dejen en un asilo porque al igual que tú, les da hueva atenderte, las palabras van y vienen, es el ejemplo lo que arrastra, un niño aprende viéndote, ve que fumas, ve que tomas, ve que gritas, ve que te cuelas en la fila, un niño ve que guardas la ropa, que guardas los trastes y quiere hacer lo mismo que tú porque para un niño pequeño sus padres son su Dios, son su guía y defensa contra el mundo. Si tu hijo se atasca de cosas que no son saludables, no vas a poder culpar a la coca cola, a los maestros, a la iglesia, a los vecinos, al mundo y época en que vivimos, te vas tener que culpar a ti mismo por enseñarles a cal y canto que es más fácil pedir una pizza que asar una pechuga a la plancha, que es mejor un chocolate que una fruta y que las penas con pan son menos, cuando las penas con pan nada más se tapan. La obesidad como los modales se tare de casa, hay casos muchos casos, donde el niño “no quiere ser gordo como su papá o su mamá” y la verdad oír eso está cabrón
, MUY cabrón, que tu hijo prefiera a la abuelita que corre y no a tu mami la gorda, o al abuelo que le gusta ir al parque y no al abuelo que se sienta a comer mentando madres, nos quejamos del mundo en que vivimos, preocupémonos por las personas que dejamos al mundo, tenemos que empezar a educar en casa, a nuestra derecha a nuestra izquierda y arriba y abajo. Tenemos que hacer un cambio en cómo nos ve el mundo y en el mundo que nosotros percibimos, “ Mi abuela se comía 56 empanadas y jamás engordo” Obvio microbio, tu abuela no subía las escalera eléctricas, bajaba frutas de los árboles, barría y trapeaba, cargaba a sus hijos y no andaba de farola con esa mamada de las nanas, caminaba cuadras para ir a echar chisme porque no habían apps, iba a pie a todos lados que estuvieran a 15 minutos de casa, compraba frutas y verduras hacía sus tamales y pasteles desde cero es decir no consumía azucares refinados; jugaba con sus hijos en la calle matatena, stop, látigo, avión, pesca pesca, busca busca, encantados y patea la lata, si compraba comida era en una cocina económica no en un mac madres, es más tu abuela bebía las chevas mientras cocinaba y era cerveza negra y de malta pal calor y hasta se la ponía a la carne y los frijoles y el gordo eres tú!. El gord@ está lleno de todo incluso de barritas light pero eso es otro tema, la cuestión es que pon mucho ojo cuando les enseñes a tus hijos religión, valores, habilidades y conocimientos, porque no debes de olvidarte de algo muy importante: Enseñarles a comer!

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