sábado, 17 de enero de 2015

Reencuentro..


Reencuentro ...

...Por Malefica Capetillo Cabrera

... Sacó una maleta en el amplio salón que servía de vestidor y miró todo aquello que decía poseer, no había nada, nada necesario e importante e irremplazable para llevar a cuestas, ni un libro, ni una joya, ni una foto, todo aquello podía repasarlo en su palacio de la memoria, cada tacto, cada aroma, cada sonido, incluso podía sentir entre lengua y paladar el sabor de otras pieles que por un momento, pudieron hacerla sonreír...
... Se miro al espejo incompleta, incomprensible, impaciente, miro los techos de doble altura, los candelabros, las pinturas, el exceso, miró la fastuosa cama, los cientos de ajuares y zapatos, que contrastaban con sus dos pies desnudos...
... Soltó su melena, soltó el corpiño, camino entre la nieve descalza luchando con el viento y la nevada, perdiéndose en lo profundo de un bosque que se abría como esperándola, en el centro del mundo conocido hasta entonces, permanece inmóvil ante el viento que golpea su rostro, se enredan copos de nieve en sus rizos, se derriten y confunden con sus lágrimas, sus pies toman un tono violeta poco a poco, pero ella no se mueve ni un milímetro, solo mira sus manos, vacías, huecas, gélidas, sólo resiste el viento como un faro la marea...
... A lo lejos una voz que no consigue sacarla de su ensimismamiento, un ruego, un llanto, un grito...
... Una respuesta anticipada a una pregunta jamás hecha, cómo un bulto la arrancan de su sitio, nadie nota la sangre en nieve, ni sus pies perdidos, hace algunas noches la misma rutina, nunca la perdieron antes tanto tiempo...
... Pero ella no ha podido lograr su cometido, quiere irse con él, quiere estar con él, quiere dejarse arrebatar la vida por el mismo invierno que se lo arrebató a él...
... Nadie conoce el nivel de su dolor, la resistencia de su pena, la fractura de su alma, no pronuncia una palabra desde que lo encontró ahí de pie, como un monumento congelado, como un fantasma tridimensional, de lo que había sido...
... Nada hay en la tierra que pueda llenar su corazón, nada tiene ya sentido, estaban solos el uno para el otro, estaban el uno para el otro, estaba sin el otro...
... ¿Cómo andar por la vida sin te falta la mitad del corazón?¿Cómo respirar si se han llevado tu aliento?...
... Esa noche nuevamente con su alma fracturada y sus pies vendados apenas respondiendo, miraba sus manos en el mismo lugar donde las había sostenido el amor más infinito de la historia de los hombres, la nieve la muerte la envolvió con nieve y frío, con rápidos espasmos; le secó las lágrimas, le sonrió, conciliadora... Le señaló en la distancia las luces que se apagaban, la espero hasta que su corazón dejó de oírse de repente...

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